Se trata de Leonardo Martin Peñaloza, quien, siendo parte de la policía, atacó a tiros a sus compañeros en un ocurrido a fines de agosto de 2020 en Dique Florentino Ameghino
Empezó este jueves 15 de septiembre de 2022 en el sexto piso de los tribunales de Trelew el juicio oral y público a un expolicía imputado por haber cometido una escalada de delitos que se iniciaron a partir de una denuncia en su contra por parte de una compañera de tareas por presunto acoso y amenazas.
El tribunal del debate está integrado por los jueces penales Marcos Nápoli, Carolina Marín y Gustavo Castro. El ministerio público fiscal está representado por el fiscal general Arnaldo Maza y el acusado está representado por el defensor público Custodio Gómez.
Los hechos
Los hechos de los cuales se acusa a Peñaloza ocurrieron entre la noche del 30 de agosto de 2020 y la madrugada del día siguiente, de modo consecutivo, y con inicio en una serie de mensajes de Whatsapp entre el acusado y una compañera de trabajo. Según relató el fiscal Maza, el policía habría escrito una serie de mensajes a una compañera de trabajo, los cuales fueron primero de término amistoso, luego pasaron a ser de acoso y finalmente de tono amenazante, ante la falta de interés de la joven. Ante esta situación, la mujer le informó que iba a dar denunciar lo ocurrido ante el jefe de ambos.
La agente concurrió con su pareja -también policía- y con su hijo hasta la casa del comisario Calfuquir, jefe de la comisaría Dique Ameghino, para dar cuenta de lo ocurrido y estando en el lugar recibió nuevos mensajes con amenazas de muerte de parte de Peñaloza. En ese contexto Calfuquir envió una consigna policial con el cabo Jaramillo a la casa de la mujer y ordenó un patrullaje preventivo. Mientras esto ocurría, Peñaloza fue hasta el lugar donde vivía la víctima, ubicada en un grupo de media docena de casas en las que residían varios empleados policiales y tras romper un vidrio, ingresó en una de las moradas que se encontraba desocupada y se quedó en su interior.
El accionar del acusado fue advertido por el cabo Jaramillo, quien se encontraba en consigna, quien al asomarse por una de las ventanas rotas vio a Peñaloza, y este último le apuntó con un arma de fuego al rostro. El uniformado amenazado se resguardó y pidió apoyo, llegando al lugar el oficial Curaqueo y el propio Calfuquir. Fue en ese contexto y mientras intentaban hacer deponer al iracundo de su actitud, que empezó a disparar con su arma contra sus propios compañeros, efectuando al menos tres disparos, uno de los cuales impactó en un tanque de gas envasado.
Mientras los policías intentaban reubicarse para protegerse, Peñaloza intentó salir de la casa por una ventana y volvió a realizar al menos otros cuatro disparos de arma de fuego, logrando herir a uno de los uniformados, antes de ser reducido mediante un disparo de arma de fuego en una pierna.
Luego, y a su turno el defensor Custodio Gómez desestimó lo aseverado por el fiscal general, indicando que el MPF no podrá demostrar en absoluto que su representado sea responsable de los hechos que se le imputan. Apuntaló su postura solicitando se incorpore prueba pericial respecto a la atención médica y heridas sufridas por su asistido.
La acusación
El caso tiene un único imputado, identificado como Leonardo Martín Peñaloza, a quien se lo acusa de haber cometido distintos delitos en cuatro hechos consecutivos. En una primera etapa fueron delitos cometidos en una primera etapa de ataques hacia una compañera de tareas, por los cuales se le imputan amenazas en carácter de autor. Luego, en cuanto al ingreso a la vivienda de otro compañero: violación de domicilio y daño, ambos en concurso ideal, e imputados como autor. Respecto de los hechos cometidos durante la intervención policial en perjuicio de tres efectivos policiales: abuso de armas, en concurso ideal con atentado contra la autoridad agravado por ser cometido empleando armas, todos ellos en carácter de autor. Y finalmente, los cometidos en el desenlace de esta secuencia: homicidio en grado de tentativa -dos hechos en concurso real, en perjuicio de dos policías-, doblemente agravados por ser cometidos contra miembros de una fuerza de seguridad y por el uso de arma de fuego, imputados como autor. Los acusadores además agruparon los cuatro hechos en una tipificación jurídica de concurso real.
Declaró el imputado
Al concluir los alegatos de la fiscalía y la defensa, el tribunal dejó abierta la etapa probatoria y en primer término el imputado hizo uso del derecho a declarar aceptando responder preguntas del fiscal Maza. Comenzó describiendo sus antecedentes laborales como efectivo policial y puntalmente los sucesos que lo llevaron al banquillo de los acusados. Indicó que ese día era su cumpleaños y que había ingerido alcohol lo que le produjo mareos, y producto de ello salió a tomar aire para despabilarse. En ese momento comentó que se acercaron unas personas increpándolo por haber amenazado a una mujer.
Peñaloza dijo estar confundido y mareado por la situación sin reconocer tampoco a esas personas. Refirió que lo encandilaban con linternas sin entender lo que sucedía y recibe un disparo, ante ello responde con otro disparo hacia un vehículo con su arma reglamentaria y luego corrió para defenderse hacia el interior de una vivienda desocupada. Mientras estaba en la vivienda recibe disparos a los que respondió ese fuego desde el interior de la morada.
Finalmente intenta escapar a su vivienda cuando recibe un disparo en la pierna lo que provoca su detención y recién allí pudo reconocer a sus compañeros de tareas. El fiscal Maza también consultó sobre los mensajes hacia su compañera de trabajo, pero Peñaloza dijo que no recordaba haber enviado ningún mensaje.
Luego de esta declaración continuó la etapa de producción de la prueba que incluirá numerosas declaraciones testimoniales, destacándose un número importante de efectivos policiales, y también la reconstrucción del hecho que se llevará a cabo en la villa del Dique Florentino Ameghino por lo que se espera que esta etapa demande al menos dos semanas antes de los alegatos finales.