Este jueves en las instalaciones de dicha institución se desarrolló una jornada a fin de mostrar las actividades que se proyectan cada año, trabajando fundamentalmente en las necesidades de las personas con discapacidad.
Al respecto, la subsecretaria de Desarrollo Humano y Familia, Celia Gandini celebró las actividades compartidas de despedida del año en el Centro de Día Socioterapéutico para personas mayores de 21 años. “El acontecimiento estuvo centrado en compartir parte de lo producido por los concurrentes, los equipos terapéuticos y los profesionales que diseñan actividades para trabajar fundamentalmente en la autonomía de las personas con discapacidad”.
“Fue un lindo momento compartido porque se sumaron las familias de las personas que asisten y estamos felices de cerrar un año de logros donde seguimos sumando personal en los próximos días. Este es un espacio que sigue creciendo y que permite a las personas con discapacidad poder participar de las actividades en el edificio y las salidas a las instituciones y los barrios”, acentuó Gandini.
Búsqueda de autonomía
Por otro lado, la terapista ocupacional Estefanía Radensky, comentó que “la idea era mostrar de manera visual los talleres que se dictan, que los jóvenes y adultos puedan explicar sobre la tarea diaria, ya que el Centro de Día tiene diferentes ejes y uno de ellos -el más importante- es la autonomía, el reconocimiento de las emociones, siempre en pos de la autonomía por el ciclo vital en el que están transcurriendo”.
También se refirió a los profesionales que trabajan en el lugar. “Hay muchos que se incorporaron actualmente a la inmediatez, donde se formaron vínculos muy lindos y se sigue trabajando en ese mismo eje para lograr esta transición a la vida adulta, siempre basado en la planificación central de cada persona en particular”.
En esta misma línea –continuó- “en el espacio de psicomotricidad se intenta tener un registro corporal de cómo me siento, poder trabajar las emociones que no es algo sencillo, anticipar emociones, cómo reacciono, identificar si me duele algo y cómo lo expreso”.
En cuanto a su labor como terapista ocupacional, Estefanía mencionó que “trabajó en un taller como ensayo para la vía autónoma, estamos haciendo movilidad en la comunidad y expusimos fotos sobre transporte público, el reconocimiento del barrio, contar con pautas de seguridad en la vía pública.
Además sumamos folclore para la vida que se divide en dos partes: promover el área de cocina como una vía de autonomía y una parte expresiva corporalmente”.
En este contexto, se ha incluido una recreóloga donde a través del juego se intenta tener un registro emocional distinto con juegos acordes a las edades y la guía de teatro con el objetivo de expresar por medio del arte dramático.
En este momento, “arte se fusiona con microemprendimiento y la intención es tener el próximo año un área de microemprendimiento para que los talleres tengan una salida a la comunidad junto al eje artístico y que se puedan exponer al público. Lo mismo sucede con musicoterapia, la intención es formar redes comunitarias con distintos organismos gubernamentales y civiles”.
Para finalizar, al ser consultada por las inscripciones, la profesional explicó que “pueden presentarse de manera espontánea en el Centro de Día, allí se toman los datos y hay un proceso de admisión. El adulto que se acerque tendrá una cierta cantidad de entrevistas que se realizan con orientación familiar y en caso de no poder ingresar, se les ofrece una orientación sobre qué hacer y hacia dónde dirigirse”, puntualizó.
“Nosotros trabajamos con personas con discapacidad de 21 años hasta adultos mayores, superando esa edad pasa a otro sector. Si bien el proyecto está planificado con ese rango de edad, estamos en proceso de revisión porque hay una franja etaria que queda por fuera y es necesario rever esa condición”, concluyó Estefanía.