- Este sábado al mediodía finaliza la segunda temporada del programa “Esquí sin barreras”, que convocó a un centenar de chicos con discapacidades en el Centro de Actividades de Montaña en La Hoya de Esquel.
- Estos encuentros dispuestos por la actual gestión del Gobernador Martín Buzzi y llevados adelante desde Chubut Deportes en forma conjunta con el Club Andino Esquel comenzaron el 4 del corriente mes para personas con discapacidades motoras, sensoriales e intelectuales.
- Para el sábado, los protagonistas tienen como última actividad un paseo en La Trochita para luego realizar el almuerzo de despedida.
- Algunas delegaciones se alojaron en las instalaciones del Club Andino en plena montaña mientras que otra, la última, lo hizo en la Residencia Deportiva de la ciudad cordillerana.
- Durante la soleada jornada del viernes mostró a los participantes aprovechando al máximo la excelente nieve que tuvo la montaña chubutense durante todo el mes. Los chicos pudieron esquiar desde bien temprano y hasta el cierre mismo del Centro Invernal. Fue tiempo de realizar acrobacias sobre el esquí, alguna tabla de snowboard o el tradicional “culipatín”.
- Uno de los hechos más significativos en la montaña fue el estreno de la silla de esquí para discapacitados, elemento desarrollado íntegramente por profesores y alumnos de la escuela N° 701 de Esquel “Francisco Eduardo Gilardoni”. Los “profes” trabajaron el prototipo con chicos de quinto y sexto de Industria. Horacio Gudiño, Ariel Alvarado, Manuel Mansilla, Pablo Coronado, César Barúa, Maximiliano Gómez, Alejandra Conesa y Horacio Pehuen fueron los responsables durante varias horas a lo largo del año educativo de llevar adelante este sueño hecho realidad para que los visitantes del últimos Campus lo pudieran disfrutar.
- Martín Bazán, responsable de la delegación por Chubut Deportes, indicó que “el trabajo que llevaron a cabo fue impresionante y por eso estamos muy agradecidos. Los chicos quedaron más que contentos con esta silla que nos trajeron esta semana. Vivieron una sensación única, ya sea por la velocidad a la que pudieron bajar en la montaña sino que por el movimiento que realizan arriba de la silla, hasta pueden tocar la nieve con sus manos en el recorrido”.