A medida que se desarrollan los embates en torno a la zonificación minera, impulsada por las empresas extranjeras del sector extractivo-contaminante, a través del brazo político del gobierno de la provincia y presentando esta actividad como la panacea universal y que solucionaría todos los problemas financieros que arrastra esta gestión corrupta, con muy poca empatía popular.se intenta por todos los medios llevar a la agenda legislativa el tratamiento de una propuesta sin consenso social de ningún tipo, pero que manifiesta una evidente subordinación a estos grupos internacionales, que no solo han financiado su campaña política si no que instalan y manejan funcionarios y diputados que obedecen ciegamente a sus instrucciones, sirva como ejemplo el diputado Muñiz (Que en octubre de 2014 recibía instrucciones de sus patrones mineros en el recinto en plena sesión), como otros muchos, que ocupan una banca y responden y defienden la voluntad de sus patrones.
Los recursos mediáticos de q disponen se han puesto al servicio de esta empresa, silenciando una iniciativa popular de más de 30000 firmas e ignorando la pronunciación de las comunidades originarias de: Los Pinos, Mallín de los Cual, Chacay Oeste, Laguna Fría, Taquetren, Lagunita Salada, Cerro Bayo, Gorro Frigio, Yala Laubat, Comunidad Lefimi, Comunidad Antieco, vecinos auto convocados de Gan-Gan etc, comunidades ancestrales que han elegido defender su cultura y el agua.
La soberbia desde la cual se intenta imponer el tema es propia de aquel que no tiene la razón y para ello busca el apoyo de un plan estratégico minero nacional, que no acompañamos.
Estamos de acuerdo que la minería necesita una profunda discusión ya q está instalada desde hace muchas décadas en nuestro país y estamos dispuestos a darla, pero no ahora, ni en estos términos, y mucho menos faltando el respeto y reprimiendo a quienes piensan distinto.
Pertenecemos y militamos en un partido histórico, con conciencia social y profundas batallas internas, y al que nunca dejaremos de pertenecer.
Pero en esta oportunidad nos vamos a tomar la licencia de disentir con nuestro gobierno nacional con lo cual decidimos no acompañar ninguna política colonialista que apoye a grupos corporativos extranjeros a seguir saqueando y desangrando a nuestros pueblos de América Latina exponiéndolos a un desastre ambiental, económico social y cultural.
Nuestros sentido de pertenencia nos enseña (y recuerda) que debemos estar al lado del pueblo y por ningún motivo vamos a defraudar el mandato q nuestro movimiento nos exige.
Honrando la soberanía política y la independencia Nacional y Popular.