El referente indígena qom expresó su «apoyo, solidaridad y acompañamiento» a Facundo Jones Huala durante una visita que le hizo en la Unidad 14, una prisión federal de Esquel, en la región cordillerana de la provincia de Chubut.
«Venimos a ofrecer nuestro apoyo, solidaridad y acompañamiento a Facundo, vamos a estar a la par de su lucha», dijo a Télam el líder de la comunidad Potae Napocna Navogoh de Formosa al concluir la visita que hizo a Huala junto a Relmu Ñamku, referente mapuche de la Mesa de Pueblos Indígenas de la Argentina.
Díaz denunció además la detención en Formosa del dirigente wichi Agustín Santillán, «un hermano que también padece persecución judicial y del gobierno de Formosa con causas armadas» y que tras ser detenido «fue llevado a la zona de Los Chiriguanos, después a laguna Yema y ahora está en la alcaidía de Las Lomitas».
«Lo que nosotros más queremos es que cese la persecución contra los pueblos indígenas y que se resuelva la cuestión legal de las tierras y territorios ancestrales que es el origen del conflicto con los pueblos indígenas y de que sus líderes, como en estos dos casos, sean perseguidos y encarcelados», dijo Díaz a esta agencia.
Por su parte, Relmu Ñamku contó que encontraron a Jones Huala «animado» en la reunión que junto a Díaz compartieron con la madre del prisionero, Isabel Huala.
«El nos manifestó que, como preso político mapuche, considera que el Estado no le garantiza sus derechos de integrante de un pueblo originario y rechazó la imputación que le hizo la fiscal (provincial Camila Banfi) por usurpación de un territorio donde vivieron sus mayores», relató.
En cuanto al pedido de extradición a Chile, recordó que en esa causa juzgada en 2013 «la machi Millaray Huichalaf estuvo sólo dos meses detenida y los demás hermanos fueron sobreseídos, porque no tenían pruebas para condenarlos» en un conflicto por la instalación de centrales hidroeléctricas en tierra mapuche.
«Nosotros le dijimos que estamos a su disposición y que trabajaremos mientras sea un preso político mapuche para que se respeten sus derechos, también culturales, desconocidos por todo el sistema carcelario», añadió la integrante de la comunidad Winkul Newen del pueblo mapuche en Neuquén.
La referente recordó también que en el operativo de policías y gendarmes del viernes último «el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas no pudo lograr con llamados telefónicos el retiro de tropas de Gendarmería que ocupaban las casas y forzaban a permanecer a la intemperie, con 10 grados bajo cero, a un bebé lactante y otros niños, junto a sus madres esposadas».
«Ayer charlamos con la comunidad hasta las 11 de la noche y nos contaron lo sucedido, muy duro y triste porque fue un atropello brutal contra quienes quieren vivir en paz en tierras ancestrales que les vienen de sus padres y sus abuelos y que siempre fueron de los pueblos indígenas», acotó a su vez Félix Díaz.
Los dos referentes de la Mesa de Pueblos Indígenas mantenían además desde ayer una serie de reuniones con comunidades mapuches de la región próxima a Esquel, «todas solidarias con el Lof (comunidad) Resistencia de Cushamen que el viernes último sufrió el operativo en el que detuvieron a Jones Huala y a otros compañeros» en el marco de un conflicto de tierras con el grupo Benetton, dueño de estancias que suman cerca de un millón de hectáreas en la Patagonia.
«Todas apoyando al lof de Resistencia porque también vienen con historias de desalojos, en muchos casos también promovidos por el grupo Benetton, como en el caso de las comunidades de la costa del Lepá, cercanas a Leleque», donde a su vez fueron detenidos Jones Huala, señaló Relmu Ñamku.
En las conversaciones, también invitaron a esas comunidades a «participar en la Mesa del Consejo Consultivo» de pueblos originarios que funciona en el ámbito de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación a fin de «construir una propuesta unificada de los pueblos indígenas en las negociaciones con el Estado».