El 31 de octubre de 2018 en Corcovado ocurrió un hecho con gran despliegue de violencia. Concluida la investigación la Fiscalía presentó la acusación pública calificándolo como constitutivo de homicidio agravado por ensañamiento en grado de tentativa y amenazas. El fiscal Fidel González presentó una calificación subsidiaria: lesiones graves agravadas por ensañamiento y amenazas, para el caso en que no pudiera probarse en juicio la intención de matar a la víctima.
Eran las 21:00 hs. del último miércoles de octubre de 2018 cuando el imputado y un joven se juntaron a cenar en la casa de la víctima. En determinado momento de la noche, el joven le pidió permiso al dueño de casa y se recostó a dormir en una habitación. Minutos antes de las tres de la madrugada, según pudo reconstruir la Fiscalía, el imputado ingresó al dormitorio despertándolo a los gritos “… levantate pendejo…vení”. Al hacerlo el joven vio al otro sujeto tirado en el suelo, ensangrentado y al imputado golpeándolo mediante puntapiés en el cuerpo, mientras le decía a la víctima “… levántate si sos hombre… te voy a matar…”. El fiscal explicó que en esas circunstancias le provocó dos cortes utilizando un cuchillo, uno en el rostro y otro en el cuello. El acusado, apoyándole el cuchillo en el cuello a la víctima, le preguntó al joven “¿Lo mato o no lo mato?”, y este, desesperado, le suplicaba que lo deje, que no lo matara. Entonces el imputado amenazó al joven, exhibiéndole el arma blanca, “no te metas que te va a pasar lo mismo”. Este escapó de la vivienda para buscar ayuda.
A las 02:55 hs., la policía llegó al lugar luego de recibir un llamado en el que decían que el imputado le estaba pegando a la víctima. Los recibió el acusado, dijo haber tenido una riña con la víctima pero que ya estaba todo bien. El personal policial insistió con verlo, por lo que este ingresó a la vivienda y salió nuevamente refiriendo que la víctima no quería atenderlos. Los policías se retiraron del lugar.
En estas circunstancias, utilizando un cigarrillo le provocó a la víctima, quemaduras tanto en los labios como en la lengua, todo ello con la finalidad de provocarle un padecimiento físico que profundizara su dolor y agonía. Luego arrastró a la víctima desde el comedor a la habitación, donde quedó inconsciente. El imputado se retiró. A criterio de la Fiscalía tuvo la intención de quitarle la vida, pero no pudo lograrlo porque la víctima se impulsó hasta la puerta de la vivienda con las pocas fuerzas que le quedaban, para pedir ayuda.
Aproximadamente a las 10:30 de la mañana, una cabo de policía que se encontraba de franco, pasó frente al domicilio de la víctima, escuchó gemidos y vio al dueño de casa en el umbral de la puerta, por lo que solicitó ayuda. Primero fue trasladado al hospital de la localidad y luego, por la gravedad de las lesiones, fue llevado al Hospital Zonal de Esquel donde permaneció internado en terapia intensiva, con coma inducido, en estado crítico.-