En noviembre comenzó la cosecha en las huertas comunitarias de las escuelas 41 y 132 de Lago Puelo. Los espacios para la producción de verduras orgánicas fueron creados a partir de un convenio entre el INTA, la Asociación de Productores de Lago Puelo, la subsecretaría de Producción de la Municipalidad y Educación, y todo lo que se produce es destinado a los módulos alimentarios que entregan las escuelas y a los que prepara la Secretaría de Desarrollo Humano y Social para personas con patologías que precisan de dietas específicas.
Además explicó que «para armar los módulos alimentarios contamos con la nutricionista de la Municipalidad, Yanina Tejo, que es quien nos asesora en cuanto a la diversidad de cultivos que debemos llevar adelante y es además la encargada de fraccionar los módulos que se entregan»
«El año pasado comenzamos con este proyecto a partir del cual se hicieron los invernáculos en las escuelas. Lo más importante es el trabajo de los jóvenes del municipio que colaboran para que los módulos de verduras lleguen a más de 26 familias de Golondrinas», añadió la directora de la escuela 41, Susana Quinteros.
«Llegamos con los chicos a trabajar acá en el medio de la pandemia, recibimos capacitaciones, aprendimos sobre fertilizantes naturales, aprendimos sobre el ciclo de siembra y cosecha. Tenemos un buen ambiente de trabajo y nos lo tomamos muy en serio porque requiere de compromiso y responsabilidad», explicó Rodrigo Boisserene, trabajador del municipio en el proyecto de huertas comunitarias.
Desde que se firmó el convenio se realizaron capacitaciones sobre fertilizantes orgánicos brindadas por el INTA para los trabajadores de las huertas y para los chicos de las escuelas. Asimismo se abastecen módulos alimentarios que llegan a cerca de 70 familias.
En el marco del acuerdo, las escuelas aportan la superficie para producir y retiran los módulos alimentarios para cada comedor; el INTA provee de semillas y asesoramiento técnico; la Asociación de Productores aporta maquinaria y fue el motor inicial del proyecto al llevar adelante el trabajo y abonado del suelo, además aportan su conocimiento técnico ante las consultas que surjan sobre el manejo de los cultivos; el Municipio aporta el personal y mano de obra para la producción, la coordinación técnica y financiamiento, el mantenimiento y la cosecha.