El fiscal Carlos Richeri junto a las funcionarias Sofía Torres y Cecilia Bagnato, solicitaron la apertura de una investigación por robo agravado por ser cometido en poblado y en banda y por el uso de armas en relación a cuatro imputados. La Fiscalía pidió el dictado de la prisión preventiva por sesenta días. El defensor Marcos Ponce, apoyado en la versión de los hechos dada por los imputados, requirió su total libertad, y supletoriamente la prohibición de acercamiento y contacto con víctimas y presentación semanal en comisaría. El juez Ricardo Rolón, dispuso la prisión preventiva por un plazo de treinta días para que avance la investigación.
El lunes, aproximadamente a las 21:10 hs, uno de los imputados llamó a la puerta del domicilio del denunciante, su vecino. Al abrir, dos sujetos habrían sorprendido al anfitrión, uno lo habría golpeado con un caño de hierro en la cabeza, al menos tres veces. Inmediatamente, el vecino habría arrojado una estocada al pecho de la víctima con un cuchillo. Hicieron subir al denunciante a la planta alta, lo arrojaron al piso y uno de ellos volvió a pegarle en la cabeza con el mismo hierro, mientras el otro intentaba apuñalarlo sin éxito por la resistencia que ofreció el denunciante.
Ataron con cinta las manos de dos mujeres que había en la vivienda. El denunciante se levantó y arrojó contra la pared a uno de los atacantes, otro se acercó por atrás, lo sujetó con un brazo presionándole el cuello mientras con la otra mano le efectuó golpes de puño en la cara a la altura del pómulo derecho. Forcejeando cayeron por las escaleras. Una de las mujeres se acercó a la escalera, situación que fue aprovechada por otro de los imputados para empujarla y hacerla caer hasta la planta baja.
El relato del denunciante continúa indicando que ya en la planta baja se incorporó e intentó abrir la puerta para pedir ayuda, pero antes, su atacante le gritó a un cómplice que estaba afuera, que no le permita que salgan. La fuerza de la víctima logró vencer la sujeción del picaporte del coimputado, abrió la puerta y pidió ayuda a los vecinos.
El imputado que permaneció en la planta alta revolvió el domicilio en busca de objetos de valor, se apoderó de tres teléfonos, una notebook y dinero en efectivo.
Los imputados declararon dando una versión diferente de lo sucedido, indicando que fueron a la vivienda por invitación del propietario y que fue él quien los agredió, obligándolos a defenderse en el caso de unos y a intervenir para separar a los contrincantes, en otro caso. Se mostraron como personas de trabajo, sin antecedentes, que no necesitan robar para conseguir el sustento.
Richeri pidió el dictado de prisión preventiva por sesenta días, teniendo en cuenta las violentas características del hecho, el temor de las víctimas y de algunos vecinos, entre otros factores.
Marcos Ponce rechazó el pedido, sostuvo que hay dos versiones, la dada por el denunciante y la de los imputados y que los elementos reunidos hasta el momento, no son suficientes para considerar que se esté ante un hecho delictivo. En las declaraciones surgió información relativa a la venta y consumo de drogas, indicando que este habría sido el origen de la contienda.
El juez entendió que las primeras evidencias respaldan el relato de los hechos ofrecido por la víctima, aunque es cierto que hay dos versiones enfrentadas que deberán corroborarse o refutarse en la medida en que avance la investigación. Tomó en cuenta también que el hecho evidenció un grado de violencia que no es habitual en esta zona y que no encuentra que una medida sustitutiva de la prisión preventiva sea suficiente para cautelar el proceso. Sin embargo consideró que en un tiempo más acotado la Fiscalía podrá avanzar en la obtención de más elementos para establecer si se corrobora el relato de la denuncia o no. Por ese motivo dispuso el dictado de la prisión preventiva por el plazo de un mes.