Ni los niños son Caperucitas ingenuas dando saltitos por el camino del bosque y hablando inocentemente con extraños, ni los lobos actuales aparecen en su recorrido para sacarles información y tomar el puesto de la abuelita para comérselos. Sin embargo la estrategia que usan los “lobos informáticos” tiene similitudes con el cuento que tanto escuchamos en la infancia y sus víctimas son tanto niños, como adolescentes y adultos. Desde “la ballena azul” hasta “Momo”, pasando por los anuncios de premios, accidentes de familiares y supuestos secuestros, el peligro no está en el bosque, sino en la Red.
Nuestras madres y abuelas nos recomendaban que no hablemos con extraños ni aceptemos caramelos de desconocidos. En el Siglo XXI cualquier navegante de la red tomó contacto por lo menos alguna vez con alguien totalmente desconocido y muchos sucumbieron a los “caramelos” con forma de tentadores premios obtenidos en un supuesto concurso. Del otro lado de las pantallas se camuflan a nuestra medida tanto pedófilos como estafadores. En lugar de anteojos, camisón y cofia, usarán una atractiva foto de perfil o idearán características que los confundan con empresas de electrodomésticos, agencias de viajes, entes públicos y hasta bancos.
Lobo con piel de “Momo”
La manera de evitar caer en las fauces del lobo, es aprender maneras seguras de circular por los “bosques” modernos. El primer paso es ser conscientes de que el riesgo existe y que hay maneras de identificarlo. También es fundamental informarnos adecuadamente y hablar de estos temas en familia y con amigos.
Recientemente se conoció una nueva amenaza dirigida fundamentalmente a niños y adolescentes. Esta vez a través del Whatsapp. “Momo” se presenta como un “juego”, pero lejos está de serlo. Circula en redes sociales el rostro de una mujer de ojos saltones, sonrisa siniestra y piel pálida, la que invita a quienes la ven a escribirle a través de Whatsapp. Según trascendió, surgió de un grupo de Facebook en el que retaban a los integrantes a entablar una comunicación con un número desconocido. Si le escribían a “Momo” desde el celular, “ella” respondería con imágenes violentas y agresivas.
La imagen se corresponde a una escultura que estuvo expuesta en un museo de Japón en 2016.
La Fiscalía de Tabasco, México, alertó indicando que el riesgo de este reto entre los jóvenes y menores de edad, es que los delincuentes pueden hacer uso de este “juego” para:
• Sacar o robar información personal
• Incitar al suicidio o a la violencia
• Acosar
• Extorsionar
• Generar trastornos físicos y psicológicos como: ansiedad, depresión, insomnio, etc.
Cómo prevenir
La mejor forma de prevenir, no es simplemente prohibir que los chicos hablen con desconocidos en las redes sociales, sino brindarles herramientas para que comprendan los riesgos que existen al compartir datos personales en la web y que conozcan las formas de prevenirlos.
Para los más chicos es recomendable indicarles que no hablen con extraños, sin embargo a partir de los 12 años, es mejor reforzar el diálogo, la confianza e inculcar una mirada crítica y reflexiva sobre sus actitudes en la web.
Qué reglas pueden ser útiles a la prevención
• No dar información o fotos que si se exhibieran en público delante nuestro, nos avergonzaría. Todas las fotos que compartimos pueden de alguna manera salir del contexto en que la ubicamos y cuando está en internet es muy difícil de borrar y aparecerá en las búsquedas en internet en el momento en que la publiquen y en el futuro.
• No usar cámara web si chatean con desconocidos (personas que no pertenecen a su círculo de confianza en la “vida real”)
• Configurar y mantener la seguridad del equipo informático que utilicen. El Estado Argentino tiene un sitio web en el que explican con videos como puede llevarse a cabo esta configuración de seguridad en www.convosenlaweb.gob.ar
• Usar contraseñas seguras
• Usar configuraciones de seguridad en las redes y ser conscientes de que las fotos y datos volcados a internet pueden llegar a manos de desconocidos con malas intenciones. Tener en cuenta en la configuración de nuestras redes: armar subgrupos entre los contactos y elegir qué cosas ve cada grupo, determinar que podamos aceptar las etiquetas antes de que se publiquen en nuestros muros, bloquear a un perfil, entre otros.
• Usar Nick, no nombres completos.
La seguridad de los niños y adolescentes en el uso de internet requiere del acompañamiento de los padres, que estos conozcan cómo prevenir, que dialoguen, que tengan presencia en la vida online de sus hijos y que confíen en ellos.