La jueza de garantías Ivana González dejó abierta la investigación en la causa “Ñoquis calientes” a la vez que la consideró como causa compleja, tal como lo había pedido en su presentación el Ministerio Público Fiscal en boca del fiscal general Omar Rodríguez. En una parte de su resolución dijo que se puede estar frente “a la punta de un iceberg”.
La resolución de la magistrada se conoció a media tarde de este jueves a través del sistema de vídeo conferencia. Los defensores de los trece imputados se había opuesto con distintos argumentos a que el caso se considerado “complejo” y que como tal permita ampliar los plazos de la investigación.
Entre otros argumentos la magistrada indicó que “a la investigación no se la debe considerar como hechos aislado sino integrados y que se trata de “un caso inusual, con una gran parte de las maniobras producidas en el ámbito del Estado con imputados muchos de los cuales no son de la zona sumado a la situación de cuarentena por la pandemia de COVID 19 que dificulta los derechos de las partes. Se puede estar frente a una punta de un iceberg”, destacó entre varios argumentos más contemplados en su extensa resolución.
Finalmente hizo un llamado de atención a los defensores oficiales Omar López y Damián D’Antonio, y al fiscal general Omar Rodriguez respecto de un entredicho que mantuvieron en el inicio de la audiencia, el martes pasado, respecto de la situación penal de uno de los imputados, el abogado Alberto Gilardino. “Son agregados innecesarios, cuestiones personales y este debate no es el ámbito para que sean considerados”, indicó.
La causa tiene 13 imputados, entre ellos la ex ministro de Familia Cecilia Torres Otarola, que según la acusación nombraba «conocidos» dentro de la planta estatal para luego recaudar parte de lo que percibían como salarios.