Aseguró ayer que la crisis petrolera internacional, que afecta especialmente a Chubut por ser la única provincia exportadora de crudo, se resuelve aplicando un conjunto de medidas que significan un retroceso para la provincia y los trabajadores, ya que habló de la necesidad de resignar «horas extras y regalías».
Frente a la masiva movilización que protagonizaron los trabajadores petroleros de Chubut, el ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren (ex CEO de Shell), evaluó que la crisis provocada por la continua baja del precio internacional del petróleo se resuelve aplicando un conjunto de medidas que contemplan «menos horas extras, resignando regalías y con subsidio».
Las medidas adelantadas ayer por el funcionario nacional no van en línea con las pretensiones de los trabajadores ni del Estado chubutense, que aseguraron que «no renunciarán a puestos de trabajo ni salario», por el lado del sindicato conducido por Jorge Avila, ni al cobro de regalías la Provincia, que ya adelantó que hará un nuevo reclamo judicial por las que le liquidaron de manera incorrecta.
En diálogo con Radio Mitre de Buenos Aires, Aranguren dijo: «esto se resuelve cediendo todos un poco; es decir cobrando menos horas extras, resignando regalías y con subsidio».
El alto funcionario del gobierno de Mauricio Macri (uno de los tres ministros que participó de la reunión con Mario Das Neves y Jorge Avila el miércoles) advirtió que es necesario «mejorar la productividad de la fuerza laboral, cobrando menos horas extras; la Provincia resignando -para la parte que se exporta- algo de regalías; Nación probablemente acercando algún tipo de subsidio directo para aguantar esta situación».
Respecto de las operadoras petroleras, Aranguren indicó que ellas también «deben aceptar que van a tener que perder temporalmente por el crudo» y que es una situación que va empezar a resolverse ya que «al menos desde julio, a partir de una inversión de YPF en la refinería de La Plata, se va a poder tomar la mitad de los barriles que se exportan (para elaborar diésel en esa destilería)», remarcó.
Tras recordar que el martes habrá una nueva reunión con todas las partes en Buenos Aires, el ministro rescató la necesidad de seguir dialogando y descartó que frente a una paralización de los yacimientos se pueda importar combustible.
«Para que esta transición no afecte los puestos de trabajo, no tenemos facilidades logísticas para importar lo equivalente a la producción local; no hay facilidad de almacenaje de puertos. Estar dependiendo de la importación no es algo que físicamente podamos realizar», admitió.