A seis días de iniciado el incendio de Cuesta-Rio Ternero, llevaba consumidas unas 1300 hectáreas, de los seis sectores identificados cuatro ya no presentaban actividad ígnea, en tanto dos (3 y 4) se presentaba activo y con focos secundarios.
Sobre el cierre de la jornada del viernes, con temperaturas en ascenso para el fin de semana los trabajos de combate se concentraron en sector 3 y 4, este último acusaba más intensa y demandaba mayor trabajo debido a las características topográficas del lugar; en tanto los restantes permanecían vigilados.
Más de 50 brigadistas, al servicio del SPLIF El Bolsón, SPLIF Bariloche y el Servicio Nacional del Manejo del Fuego, despliegan tareas de combate, con el apoyo aéreo de dos aviones hidrantes y un helicóptero del SNMF. También se cuenta con apoyo del Personal de la Dirección de Operaciones de Protección Civil de Río Negro que continúa con labores de prevención y colaboración en cuanto a comunicación, manteniéndose alerta y apresto ante cualquier cambio que ocurriese.
Las causas del incendio se presumen intencional. Al cierre de esta edición la superficie afectada era de unas 1300 hectáreas de bosque, matorral nativo, forestaciones de coníferas y pastizales.
Otro incendio forestal de “quinta generación”
Dada la voracidad de este evento ígneo, se lo califica como incendio forestal de quinta generación, ya que en unas tres horas consumió unas mil hectáreas, en horas donde las ráfagas de viento superaron los 80 km por horas y las condiciones ambientales eran extremas.
Gracias al trabajo conjunto de las distintas reparticiones del manejo del fuego y bomberos voluntarios se salvaron varias viviendas rurales y el casco de la estancia Mallín Cumé.
Esta misma zona, en el 2021 había sido afectada por un incendio similar, evento ígneo que se dio en la cordillera previo a la catástrofe ígnea que se cobró 14 mil hectáreas, 600 viviendas y tres vidas humanas en el noroeste del Chubut-