El denunciante es el psicólogo Gustavo Husak y la victima su esposa, quien al momento del ataque que por fortuna logró detener tocando el botón antipático. El atacante es paciente de salud mental, con antecedentes de abuso sexual.
Husak, denunció la situación, y expresó su preocupación y calificó la misma como un hecho de “mala praxis” por parte del sector de salud mental del hospital. Considerando que personas con este tipo de antecedentes mentales psiquiátricos deambulan libremente por el nosocomio y por las calles de la ciudad, transformándose en un peligro potencial para terceras personas (mujeres, niños, niñas, adultos mayores).
El esposo de la víctima solicito custodia policial en la puerta de la habitación en la habitación en la que permanece internada.
Por otra parte se encargó de denunciar públicamente, que tiene conocimiento de hechos similares, de personas que han sufrido abuso dentro del hospital y que por los hechos se han ido de El Bolsón.
Husak insistió que “Hay pacientes que hoy no se toman como pacientes, que no se toman como pacientes y son psicópatas, tienen que ser tratados con alguna cura química para bajar sus niveles de agresividad y pueda controlar las tensiones”; a lo que agregó que a él como profesional psicólogo: “lo que me extraña un poco es salud mental no haya tomado cartas en el asunto. Son colegas míos pero tenemos diferentes formas de trabajar… yo hay pacientes que no tomo porque no los puedo curar y no quiero ser responsable de una mala praxis, esto es mala praxis”, afirmó Gustavo Husak respecto al hecho sucedido que tiene como víctima a su esposa.