El juez Jorge Criado consideró que la prueba llevada a juicio no alcanzó para sortear el beneficio de la duda a favor de los imputados. “La víctima tiene derecho a la tutela judicial efectiva para su protección integral en el proceso, sin embargo este caso no se logró sortear el beneficio de la duda regulado en favor del imputado, debiendo los jueces actuar con imparcialidad, velar porque el estado de inocencia de cualquier persona sea desvirtuado y así declarado por sentencia firme, fundada en pruebas legítimas y suficientes que la acrediten en forma indubitable”, concluyó.
La sentencia analiza los alegatos de las partes y contrasta la acusación con los testimonios producidos en juicio. En este sentido realizó una serie de observaciones relativas a los aspectos del hecho que no se logró demostrar cómo podrían haberlos llevado a cabo Oscar Gutiérrez y Héctor Cáceres. La forma en que se habría violentado la propiedad para ingresar, el modo de ingreso, la manera de extraer, trasladar y ocultar los elementos robados. Todas estas circunstancias, a criterio del magistrado, no se evidenciaron con el grado de certeza necesario para tomar una decisión en juicio. “La circunstancia de haber estado en cercanías del lugar puede resultar un indicio, pero debe analizarse con el resto de la prueba y necesariamente concatenarse con el horario de esa presencia, y debe destacarse que los imputados indicaron haber cruzado el patrullero esa noche pero no en el lugar indicado por el acusador público”, Criado citó lo informado por dos testigos, quienes indicaron que ambos imputados se encontraban en otro lugar.
También tuvo en cuenta que los policías que cruzaron con el patrullero el vehículo de los imputados, no pudieron precisar a qué distancia de la chacra de la víctima se produjo este encuentro, “dijeron que era un callejón sin salida que desembocaba en el rio, pero que llevaba hacia tranqueras de varias propiedades, incluida la de quien hiciera el llamado”. Tuvo en cuenta además, las dimensiones del vehículo en el que circulaban y la cantidad de objetos que se denunciaron robados. Llamó la atención del juez, que los policías no notaran que se estaba transportando en el coche esa cantidad de elementos.
“Lo traído a juicio por la acusación pública ciertamente –insisto- plantea una seria sospecha de participación de los encartados”, indicó. Sin embargo, para el juez de juicio, no se logró superar el estado de sospecha.