Será en el marco de un encuentro intersectorial que tendrá lugar el miércoles 30 de octubre en Esquel. Fruto de la contingencia epidemiológica que se vivió el verano pasado, a raíz del brote de esta enfermedad que se produjo en la localidad de Epuyén, “hemos podido cambiar los paradigmas de atención, tratamiento y derivación, y hoy por hoy disponemos de las enseñanzas que nos dejó lo ocurrido”, destacó el ministro de Salud provincial, Fabián Puratich.
El Ministerio de Salud del Chubut realizará el próximo miércoles 30 de octubre en la localidad de Esquel una reunión intersectorial en el marco de la cual se presentarán los protocolos de acción que se han venido trabajando en los últimos meses con los equipos de los diferentes Hospitales del Área Programática de Salud Esquel, a fin de revisar la unificación de la normativa de abordaje a implementarse frente a posibles casos de Hantavirus en la zona cordillerana.
Así lo adelantó el titular de la cartera sanitaria provincial, Fabián Puratich, quien además confirmó que encabezará el encuentro.
Protocolos
Consultado al respecto, Puratich señaló que “durante estos meses se ha estado trabajando intensamente en el desarrollo y la ejecución de distintas estrategias de acción frente a casos futuros de hantavirus, como ser, por ejemplo, los protocolos de derivación de pacientes con síntomas de contagio, los protocolos de tratamiento que fueron adoptados a partir del evento extraordinario sufrido en la comarca andina durante el verano pasado y el protocolo de aislamiento respiratorio selectivo”.
El protocolo de aislamiento respiratorio selectivo fue diseñado por el Ministerio de Salud junto a otros organismos del Gobierno Provincial: el Ministerio de Coordinación de Gabinete, el Ministerio de Gobierno, el Ministerio de la Familia y Promoción Social, y el Ministerio de Educación; y Municipios de localidades cordilleranas.
Promoción y prevención
Asimismo, el Ministro de Salud resaltó que “la presencia del hantavirus está íntimamente ligada al contacto ambiental de las personas con las excretas de ratón, y en virtud de esto es que ya circula en los hospitales, municipios y áreas de turismo folletería con indicaciones precisas referidas a las medidas de prevención requeridas para evitar el contagio”.
“Las tareas de prevención y promoción relacionadas con el hantavirus comenzaron a implementarse a partir del 1° de septiembre pasado con una fuerte campaña de difusión”, recordó también Puratich, quien además señaló que “el Ministerio de Salud ha estado trabajando en la posibilidad de seguir aplicando de manera continuada el protocolo de utilización de ribavirina, que originalmente había sido autorizado únicamente para el contexto del brote ocurrido durante el verano pasado”.
Del mismo modo, “desde el Ministerio se avanzó también en la producción de suero hiperinmune, para el tratamiento de pacientes que pudieran ser aquejados por esta enfermedad”, añadió.
Zona endémica
Por otro lado, Puratich explicó que “la región cordillerana es una zona endémica en la que habitualmente suelen producirse cuatro o cinco casos al año de contagio de hantavirus”, precisando que “quienes presentan mayor riesgo de exposición son los turistas que acampan en el área y los trabajadores abocados a la recolección de hongos, por lo que el Ministerio de Salud ha profundizado la campaña de difusión de las medidas de prevención y protección, haciendo un especial hincapié en estos dos grupos de riesgo”.
Experiencias y enseñanzas
Finalmente, el Ministro de Salud consideró que “fruto del triste evento del verano pasado, que nos marcó a todos, pero especialmente a la comunidad de Epuyén, hemos podido cambiar los paradigmas de atención, tratamiento y derivación, y hoy por hoy disponemos de las enseñanzas que nos dejó lo ocurrido”.
“Las experiencias vividas se tradujeron en enseñanzas que nos permitirán enfrentar con mayor solvencia los posibles casos de hantavirus que pudieran ser detectados a futuro en la zona cordillerana”, concluyó.
Es fundamental destacar que la principal estrategia es la prevención de la exposición de las personas al ambiente de roedores, puesto que si no hay casos de hantavirus de exposición ambiental, no hay riesgo de hantavirus de transmisión interhumana.