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El primer encuentro fue hoy, con directores de la zona del Valle Inferior. Habrá, entre otros aspectos de la nueva currícula, talleres optativos y fuertes cambios hacia dentro de los espacios.
Con el objetivo de dar a conocer los cambios propuestos en la estructura curricular del ciclo básico del secundario, la Dirección General de Educación Secundaria, a cargo de Martín Medina, reunió hoy en Trelew a los equipos directivos de los establecimientos de la zona. La idea del Ministerio de Educación del Chubut es presentar el trabajo realizado, a directores, vicedirectores, supervisores y docentes de todas las regiones, en reuniones reducidas, para que puedan expresar sus opiniones.
El rediseño de la estructura curricular fue realizado por un equipo interdisciplinario de profesionales que estuvieron guiados por los especialistas Gabriel Brener y Graciela Favilli. El propósito fue diseñar una propuesta que contribuya a potenciar una nueva escuela secundaria inclusiva, que atienda las necesidades particulares de cada uno y que dé respuesta a los requerimientos de los jóvenes del siglo XXI, con nuevos modos para el proceso enseñanza-aprendizaje.
En la reunión que se desarrolló hoy en las nuevas instalaciones de la Escuela N° 787, frente a la ex chacra del Inta, estuvieron el ministro Luis Zaffaroni y los subsecretarios Saida Paredes, Alejandro Hiayes y Diego Punta. También participó, especialmente invitada, Marcela Haberkorn, quien tuvo a su cargo la coordinación de los equipos técnicos que realizaron el nuevo diseño curricular en La Pampa, que lo puso en marcha en 2010.
“El objetivo es que en 2013 tenemos que empezar con el nuevo Secundario, con el primer año del ciclo básico, de acuerdo con los objetivos propuestos por el gobernador Martín Buzzi. Vamos a un formato de menor cantidad de espacios curriculares, garantizándole el lugar de trabajo a los docentes, generando una serie de talleres opcionales que no van a entrar dentro del nuevo diseño de evaluación del secundario pero que sí le van a permitir a los jóvenes elegir en función de la modalidad del ciclo superior”, indicó Zaffaroni.
Propiciar el debate
En tanto, la subsecretaria Saida Paredes señaló que el nuevo diseño curricular debe provocar la participación de todos los actores. “El diseño curricular debe tomarse como una hipótesis de trabajo, como un lugar para hacer pensamiento. ¿Y cómo se hace pensamiento? En el contrapunto, confrontando, debatiendo. No queremos que lo tomen como un libro cerrado, sino, por el contrario, lo discutan y que generen pensamiento en sus escuelas a partir de esta hipótesis de trabajo”, dijo a los directores y los instó a potenciar el trabajo institucional en red con otras escuelas.
Durante el transcurso de la presentación, Gabriel Brener y Graciela Favilli transmitieron los objetivos del nuevo primer año del ciclo básico: que sea amigable con ese alumno que sale de la escuela primaria para insertarse en otro ámbito muy diferente, que sea colaborativo es decir, promover el trabajo en parejas pedagógicas y que contemple las trayectorias escolares.
Cambios previstos
En los primeros tres años del ciclo básico de la escuela secundaria los espacios curriculares serán 10, en lugar de los 13 que son en la actualidad.
Habrá, además, talleres optativos. Será un nuevo espacio que el alumno podrá elegir entre una temática diferente (educación sexual integral, educación vial, medio ambiente, etcétera). Aquí confluirán docentes de diversos espacios curriculares, que propondrán diversos modos de abordaje pedagógico.
En primer año, se propicia un cambio muy fuerte hacia adentro de los espacios. En Ciencias Sociales (Geografía e Historia) y Ciencias Naturales (Biología y Físico-química) se trabajará en pareja pedagógica: los docentes trabajarán en forma conjunta y diseñarán los contenidos a desarrollar aportando cada uno desde su especificidad. Por eso, las autoridades destacaron que la fuente laboral de los docentes está garantizada.
Para Haberkorn, que vino a socializar la experiencia de La Pampa, donde también se trabaja en pareja pedagógica, los resultados son altamente satisfactorios.
“La escuela tiene que cambiar su modo de enseñanza. Ya se terminó la época del maestro parado en el frente repitiendo teoría. Si buscamos otras formas de enseñar y aprender, ellos encuentran motivos para interesarse”, dijo.
Además sostuvo que más allá de los cambios curriculares que se propongan la llave del éxito está en los docentes. “Si los docentes no cambian la concepción del sujeto que aprende, vamos a seguir fallando. El chico que tenemos en el aula, hace tiempo que dejó de ser aquel que estaba cuando nos formamos como docentes. Hoy tenemos chicos dinámicos, por eso las clases deben pensarse y adecuarse al alumno del siglo XXI”, consideró.
