“Coco” es oriundo de Gualjaina-Chubut-, y el pasado domingo en Maratón de Valencia, se convirtió en el segundo Chubutense en registrar tiempos de referencia, que le permitieron dar un gran salto de cara al Tokio 2020 para los juegos olímpicos. Muñoz registró un tiempo de 2 horas, 11 minutos 23 segundos, siete segundos por debajo de la mínima directa requerida y un minuto menos que hace tres meses en Buenos Aires.
El logro del chubutense de 24 años, oriundo de Gualjaina , quien vive desde hace algún tiempo en Esquel, de esta forma de la mano de su entrenador Rodrigo Pelàez, quien lo acompañó a cumplir este nuevo sueño olímpico superando metas, representará a la provincia y el país en Japón.
En dicha oportunidad, lo acompañará otro esquelense, integrante de la delegación Argentina, Joaquina Arbe, que había conseguido clasificar para Tokio 2020 , hace tres meses en Buenos Aires.
“Coco” Muñoz registró este domingo en el Maratón de Valencia 2 horas, 11 minutos, 23 segundos, a un promedio de 3:07 por cada kilómetro, y un minuto exacto por debajo de la marca de agosto en Buenos Aires (2:12:23), cuando había sido tercero en el podio sudamericano.
Muñoz ocupará el segundo cupo de los tres que tiene reservados la Confederación Argentina en la distancia maratón, y el tercero deberán derimirlo el resto de los atletas argentinos, aunque no aparece otro con aspiraciones certeras de lograr la mínima.
De hecho, este domingo el cordobés Bernardo Maldonado resignó sus chances en antes del kilómetro 30, mientras el neuquino Carriqueo hizo de «liebre» de una atleta española y el bonaerense Miguel Bárzola corrió junto su novia.
«Coco» Muñoz, con sólo 24 años y un porvenir que podría ser fantástico, había debutado en abril de este año en el Maratón de Rotterdam (Holanda), cuando marcó 2:15:48. Cuatro meses después en Buenos Aires hizo 2:12:23 y este domingo, tres meses más adelante, registró 2:11:23, para cumplir la mínima olímpica.
En ocho meses y con sólo tres maratones, el «Joven Maravilla» evolucionó 4 minutos, 25 segundos, cuando su punto de partida había sido también superlativo en cuanto a la marca.
La adaptación en la altura de Lima y la perfecta planificación de su entrenador Rodrigo Peláez, acostumbrados a proyectos atletas de alto rendimiento desde Esquel, hicieron que el atletismo provincial y del país todo vuelva a vivir horas inéditas.