El hecho por fortuna no afecto a las personas que se encontraban trabajando y supervisando las tareas de refacción de la caldera ubicada en la parte exterior del edificio escolar dentro de un gabinete, cuya estructura si sufrió daños. Las clases se encontraban suspendidas por lo tanto no había estudiantes en el establecimiento .
Lo sucedido fue confirmado por el delegado escolar de la región, quien indicó que al momento de lo sucedido, se encontraba presente el intendente de El Maitén Oscar Currilén, y la vicedirectora de obras públicas de la dirección Esquel y la directora del establecimiento, verificando las pruebas de refacción de puesta en funcionamiento del sistema de calefacción, la cual habría sufrido una falla por acumulación de gases en la cámara de combustión, lo que provoco el inconveniente.
En ese marco se aclaró que no había alumnos en el establecimiento, ya que las clases están suspendidas, en tanto el personal auxiliar y docente en el interior del edificio, a unos 50 metros del gabinete en donde se ubica la caldera.
Por fortuna no se registraron personas afectadas por la explosión, que si afecto la estructura del gabinete de contención de la caldera.
Por fallas en el sistema central de calefacción, las clases están suspendidas desde el 5 de mayo y la comunidad educativa mantenía una asamblea esta tarde en la plaza Inmigrantes “para hacer visible el reclamo por la situación que atraviesa el colegio”.
Larga historia
La madre de una alumna reflejó que “el problema arrancó hace dos años y a la fecha se están haciendo dos obras. El periodo anterior había un ala del edificio sin calefacción y, en coincidencia, apareció el problema del techo de la escuela N° 22, lo que derivó en la reubicación de estudiantes primarios. Fue entonces que la municipalidad decidió tomar los trabajos por su cuenta porque la provincia demoraba mucho”.
“Sin embargo –agregó-, hasta el momento no se han terminado las obras en la escuela 726. Durante los años anteriores se habían hecho arreglos y ahora se colocaron cañerías y equipos nuevos por parte de Infraestructura Escolar, aunque no se había dado aviso a Camuzzi, cuyos técnicos vinieron a hacer las inspecciones luego de las intoxicaciones que hubo con estudiantes en de la escuela 7719 de Buenos Aires Chico. Se observaron algunas falencias y se pidió el recambio de las instalaciones, incluyendo una caldera nueva y el arreglo de los baños”.
“Esa obra, que comenzó en el periodo anterior –luego de estar un año y medio en ascuas-, aún no está concluida y nos dicen que hay cosas que no se consiguen o que falta el dinero para los materiales”, señaló.
Por otro lado, “la escuela venía funcionando con otra caldera, que también tiene muchos problemas y que obligó a suspender las clases. No obstante, se ubicó a los chicos en otra aula, pero tampoco podían estudiar por el ruido que generaba la caldera, al punto que ni siquiera escuchaban al profesor”.
“Esa misma caldera tampoco se podía regular. Por ejemplo, se elevaba la temperatura a 30 grados y los estudiantes no podían respirar. Finalmente, se rompió y los chicos se quedaron sin clases otra vez este año”, graficó.
Enseguida recalcó que “toda la comunidad educativa está esperando que esto se solucione. El martes hubo una reunión para los alumnos de la tarde, donde se les informó sobre la modalidad de trabajos virtuales. Fuimos padres de algunos chicos que van a la mañana y marcamos que no estamos de acuerdo con dicho sistema, porque hay mucha desigualdad de acceso a la conectividad”.
En tanto, “los docentes están trabajando dentro del edificio y en la única aula que tiene calefacción, pero lo cierto es que son condiciones paupérrimas para todos. Elevamos una nota al Ministerio de Educación diciendo que no queremos la reubicación de nuestros chicos y tampoco clases virtuales. Queremos que se arreglen las calderas y se garanticen las condiciones mínimas para reanudar el ciclo lectivo”, concluyó.