En momentos donde las distintas localidades del Corredor de Los Andes se preparan con gran expectativa para posicionarse como destino atractivo para los visitantes y confirmar sus reservas turísticas, la temporada de verano se ve nuevamente comprometida con noticias que agitan el temor al hantavirus y la desinformación constante.
Medios nacionales anunciaron recientemente el “avance de una ratada” en Villa La Angostura y la “invasión de roedores en la Cordillera”, lo que generó un estado de confusión y alerta y nuevamente la estigmatización de nuestros pueblos en torno a un tema por demás sensible, tras la tragedia vivida por Epuyén en 2018.
El turismo es la principal fuente de trabajo de las familias de la Comarca Andina. Como consecuencia de la amplia difusión de esta noticia errónea, desmentida por las propias autoridades municipales de las ciudades involucradas, tanto en Lago Puelo como en las localidades vecinas, numerosos prestadores vieron caer sus reservas y expresaron su inquietud por el potencial impacto que representa el riesgo de desinformar.
“En la Cordillera no andamos pateando ratas, la Cordillera sigue siendo el paraíso al que querés llegar a descansar, te estamos esperando”, reza el posteo en las redes sociales de un local gastronómico de nuestra localidad, que refleja la impotencia y la bronca provocada por un manejo irresponsable de la información que no mide consecuencias.
En Argentina se han identificado cuatro regiones endémicas: el Norte (Salta, Jujuy), el Centro (Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos), el Noreste (Misiones) y el Sur (Neuquén, Río Negro y Chubut) y de acuerdo a las estadísticas de la Secretaría de Salud de la Nación, en los últimos años la mayor cantidad de casos se registró en la zona norte del país. Sin ir más lejos, el año pasado las provincias con mayor porcentaje de casos fueron Jujuy, Salta y Buenos Aires, aunque algunos parecen interesados en instalar que el fenómeno es solo nuestro.
La aparición de roedores ocurre a lo largo de la Patagonia con cada floración de la caña colihue. Es importante conocer las medidas de prevención, exigir un Estado presente que no subestime el tema, que actúe preventivamente y difunda la información adecuada, pero también se torna necesario exigir que los medios de comunicación informen con responsabilidad y rigor porque la información falsa o equivoca confunde, paraliza y siembra el terror.
Y en tiempos donde la comunicación es fácil y accesible, las mentiras hechas noticia se convierten en verdad a base de ser compartidas millones de veces.