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Descendientes de la comunidad libanesa de la Comarca Andina pidieron por la paz en Medio Oriente

En la oportunidad, fue muy emotiva la ceremonia de una ofrenda floral por parte de Rosita Jalil, Haydée Sales, Olga Nasif y Carlos Azzam, a quienes se mencionó como “los guardianes de la cultura de nuestros abuelos”.
Descendientes de los inmigrantes sirio libaneses de la Comarca Andina conmemoraron hoy el 81° aniversario de la independencia de El Líbano en la plazoleta que los recuerda, en pleno centro de la ciudad de El Bolsón.
De igual modo, la invocación religiosa estuvo a cargo de referentes de la orden sufí de la mezquita “más austral del mundo”, ubicada en Mallín Ahogado, con el cántico de alabanzas por parte de Abdul Karim Cerieldín, bisnieto de un comerciante libanés que fundó la casa de comercio más importante de El Bolsón a comienzos del siglo XX. Recientemente, estuvo dos años en Turquía, becado junto a otros jóvenes de distintos países, para formarse en distintas disciplinas del credo. Volvió a radicarse a la zona y es el imán (“el que predica la fe”).
Por su parte, el intendente Bruno Pogliano depositó flores al pie del monolito, junto a su esposa Cecilia Aleuy (también descendiente de la misma colectividad).
En la oportunidad, Jorge El Khazen, integrante de una tradicional familia de comerciantes con origen en El Maitén, expresó su solidaridad “con el pueblo libanés, hoy sometido al genocidio terrorista”.
Precisó que “tengo tres hermanas en El Líbano, a las cuales visito con cierta frecuencia, además de algunos bienes que heredamos de nuestro padre, así que estamos muy en contacto a pesar de las circunstancias que se están atravesando en este momento”.
Recordó un último viaje “en marzo del año pasado, donde pasamos un periodo de una paz relativa, porque siempre existen situaciones bélicas ocasionales”, al tiempo que reflejó que “después de que un grupo extremista del Hezbolá ingresó a territorio de Israel, las represalias fueron realmente durísimas. Hoy hay una población importante del Líbano, desde el sur de Beirut hasta la frontera con Israel, que está sufriendo las consecuencias de esta guerra y que ha sido tremendamente castigada. Lamentablemente, pagan el pato muchos civiles que no tienen nada ver con la violencia”.
Sumó “la gravedad de la situación económica que está padeciendo buena parte de la sociedad. Es una lástima, porque es un país que tiene mucho para ofrecer al turismo”.
Por otra parte, El Khazen destacó que “la oportunidad de reunirnos hoy con los descendientes de tantas familias libanesas que llegaron alguna vez a poblar la Patagonia”, al tiempo que remarcó que “de hecho, entre Argentina y Brasil hay más libaneses que en el Líbano”.
A su criterio, “es un fenómeno muy interesante a tener en cuenta: cómo se ha podido acoplar esta comunidad a la idiosincrasia argentina. Y esto también merece algunas reflexiones: El Líbano es un pequeño país que tiene características muy parecidas a varias regiones de la Argentina. Tiene zonas boscosas con sus cerros nevados, aunque la mayor parte es desértica. Hay otro sector productivo, con ganadería a pequeña escala, aunque ahora no se pueden explotar por la guerra”.
Del acto también participaron abanderados y referentes de las colectividades piamonteses, españoles, chilenos e italianos.