La megamíneria es la antítesis del modelo de desarrollo productivo sustentable del campo que queremos. Sin agua limpia no hay agroecología, soberanía alimentaria ni economía regional que se sostenga.
Los trabajadores y trabajadoras de la tierra repudiamos la modificación de la Ley 7722 de la Provincia de Mendoza que abriría las puertas para que las multinacionales mineras se instalen y profundicen el saqueo.
La minería no sólo agravará la crisis hídrica de la región sino que trunca la proyección de largo plazo de un modelo territorial con perspectiva de generar trabajo digno y desarrollar las economías regionales. En el caso de Mendoza, una de las de mayor potencial, incluso de exportación, como la vitivinícola y la producción frutihortícola.
Los recursos para las políticas sociales no pueden provenir del despojo de los territorios. Agronegocios y extractivismo son dos caras del mismo modelo, y tenemos claro que el hambre no se resuelve con cianuro.