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Castillo: “No estaban dadas las garantías para sacar al ministro de otra manera”

Así lo aseguró el jefe de la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia, a cargo del operativo, destacando los ánimos exaltados del grupo de manifestantes que dejaron al menos a cuatro agentes policiales heridos en el procedimiento de salida.
El jefe de la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia, comisario mayor José de la Cruz Castillo, sostuvo que se diagramó el procedimiento para la salida del ministro de Educación, Luis Zaffaroni, del Colegio Hipólito Yrigoyen “porque no estaban dadas las garantías para sacarlo por la puerta de entrada”.
Señaló que si bien los dirigentes de la Regional Sur de ATECh aseguraban que podría salir, un pequeño grupo de manifestantes, ubicado muy cerca de la puerta, se mostraba inflexible, bloqueando completamente la salida, a menos que el funcionario cediera completamente a sus reclamos de manera inmediata.
Castillo relató que “el conflicto comenzó muy temprano y se iba extendiendo en el tiempo sin una idea de cómo sacar al ministro, en virtud de que no estaban dadas las garantías como para que saliera por las buenas de ese lugar, en función del estado de ánimo de las personas que se manifestaban”. Prueba de ello fueron las agresiones que sufrieron las dos directivas que salieron en primera instancia y los funcionarios y colaboradores que lo hicieron al final de la jornada.
En este sentido indicó que mientras la mayoría de los manifestantes aseguraban que nada impedía la salida de Zaffaroni, un grupo menor de ellos, más exaltados, se negaba a dejarlo retirarse del lugar a menos que cediera a los reclamos propuestos. En ese momento se podía observar que el grupo de manifestantes se encontraba dividido. “Un sector muy importante estaba con la idea de que saliera el ministro, pero había un grupo que estaba ciegamente en esa posición de que no saliera, y estaba muy pegado a la puerta; solamente lo separaba el vallado policial que habíamos puesto y que estaba desde muy temprano”, detalló.
“Pasadas las 19, junto a dos mediadores de Fiscalía, hablamos con (Carlos) Magno (titular de la Seccional Sur de la ATECh)”, recordó.
“Los estados de ánimo pueden estar concentrados en un grupo de gente, pero al momento de ocasionar algún tipo de agresión, se suman otras personas”, indicó, y sostuvo que –según su experiencia- “dentro de un grupo que tiene un ánimo muy fuerte de bronca contenida siempre el grueso se contagia de la situación y pueden suceder situaciones no deseadas”.
La actitud de este subgrupo de manifestantes fue lo que frustró un anterior intento de salida por las puertas, ya que “fue imposible porque esta gente no quiso que lo sacáramos”. En este punto, Castillo indicó se manejaban dos posibilidades de liberar al ministro: por la fuerza o buscando alguna alternativa y, dado que la primera no era una opción ya que se había decidido no provocar ningún enfrentamiento, se comenzó a planificar la segunda.
“En una distracción pudimos sacarlo por el techo y que un vehículo policial lo levantara rápidamente del lugar. Luego por el frente de la escuela sacamos al resto de las personas que se encontraban adentro”, señaló, y mencionó que cuando se sacó a las últimas personas recibieron escupitajos, harina, agua, y se intentó atestarles algunos golpes.
Castillo destacó el accionar policial y recordó que durante el operativo de custodia les impidieron llevar agua y comida a los agentes, así como relevar la guardia. Incluso señaló los ataques sufridos contra el personal, sobre todo al finalizar la jornada, “registrando golpes de puño, patadas, que en este caso dieron en la humanidad de los policías, y dos cayeron por la escalera”.
“Tenemos cuatro agentes de policía lesionados -dos mujeres y dos hombres- del momento que tuvimos que salir; dos de ellos cayeron por la escalera producto de los empujones, y dos de ellos resultaron golpeado mientras escoltaban a los funcionarios encerrados”. La totalidad de los empleados policiales recibieron atención médica inmediata, donde se constataron lesiones “que por suerte son menores”.
El procedimiento “originó enojo entre los manifestantes y obviamente nosotros fuimos receptores de esa descarga de bronca con el personal policial”, se lamentó el jefe de la Unidad Regional. “Lo que hacemos es estar como garantes de que no haya agresiones físicas hacia las personas, tanto hacia los manifestantes como hacia los que estaban dentro de la biblioteca”, recordó.
Destacó, además, que los que participaron del procedimiento “fueron todos empleados convencionales, no se utilizó gente de Infantería, ni con cascos ni con bastones, ni con escudos”. “Incluso di la orden de que se sacaran las armas para que no ocurriera ninguna situación diferente y la gente vea que lo hacíamos de forma convencional, con un número inferior a los 50 agentes tanto femeninos como masculinos”, agregó Castillo.