El Gobernador anticipó su respaldo a la reforma de la Ley XV Nº 12 de Protección contra la Violencia Familiar. Los jueces intervinientes tendrán mejores herramientas, habrá penas privativas de la libertad y aumentarán las multas.
El gobernador Martín Buzzi anunció hoy “mejores instrumentos para los jueces intervinientes en casos de violencia contra las mujeres” a partir de una reforma de la Ley XV Nº 12 de Protección contra la Violencia Familiar. Esta modificación implica acciones más severas contra los agresores y mayores facultades para los jueces de familia que llevan adelante las causas.
“Hay un muy buen trabajo de la diputada Ika Martínez y de la ministra de Familia, Rosa González, sobre este tema, el cual por supuesto respaldamos completamente y vamos a impulsar”, indicó Buzzi.
El mandatario detalló que “entre los puntos más salientes de la reforma está la implementación de una modalidad de arresto que se aplica al tiempo libre del agresor, que va a poder ir y venir de su trabajo, pero que el resto del tiempo va a estar detenido. También va a haber multas de entre tres y veinticinco salarios mínimos vitales y móviles”.
“Con esto vamos a terminar con la falta de herramientas disciplinarias que hoy tienen los jueces de familia a la hora de hacer cumplir con las restricciones”, enfatizó Buzzi.
El Gobernador especificó que “en la práctica, cuando el juzgado de familia inicia una causa toma medidas de protección como por ejemplo la prohibición de acercamiento del agresor a la víctima. Puede ser en un radio de 500 metros o de un kilómetro, pero lo cierto es que se observa un incumplimiento recurrente de estas medidas por esa carencia de herramientas de sanción que tienen los jueces”.
“Con la reforma, vamos a dotar a ese juez de familia con una herramienta disciplinaria que le permita hacer efectivas las restricciones o medidas impuestas. Los agresores van a ir presos o van a tener que pagar multas importantes”, señaló.
Buzzi consideró que “la violencia contra las mujeres son un ataque contra toda la comunidad, sin distinciones de género. Estas agresiones son una ofensa a la dignidad humana y la manifestación de una desigualdad que debemos desterrar”. “Por eso, esta mejora de la ley vigente resulta de vital importancia”, remarcó, señalando que “tenemos que seguir avanzando y perfeccionando las normas para incluir cuestiones que van más allá de la violencia física, y empezar a trabajar también sobre las dimensiones económicas, psicológicas y verbales de la violencia de género”.