(Prensa MPF –Esquel)
A las 09 hs. de hoy comenzó la primera de ocho jornadas de debate oral y público por el homicidio de Matías Ezequiel Albornoz. La Fiscalía y la Querella, relataron brevemente al Tribunal las características del hecho y la participación que atribuyen a los dos imputados. Los defensores negaron la participación de los acusados en el crimen e indicaron que no hay elementos suficientes para condenarlos como autores del mismo. El Tribunal está conformado por los jueces Martín O’ Connor, Ricardo Rolón y Jorge Criado.
La Escuela N° 734 se constituyó en asiento del tribunal durante el plazo que durará el debate. La actividad comenzó puntualmente a las 9 hs. con el discurso de apertura del fiscal Oscar Oro, el representante de la querella, Anibal Orellano, el defensor público Marcos Ponce en representación de Juan Franco Ordoñez y el letrado particular Víctor Hugo Massimino por Lucas Emanuel Mansilla. Ordóñez decidió declarar al principio del debate, aunque solo para hablar de su inocencia y de su desconexión con el hecho. También fue escuchado por el Tribunal, Luis Albornoz, el papá de Matías. Luis no habló sobre el hecho. Habló de su hijo, permitiendo que aquellos que no lo conocieron, supieran como era la vida del joven de 30 años, remisero y papá de dos niños pequeños, asesinado el 13 de febrero de 2016.
El hecho
Oscar Oro abrió el debate exponiendo la versión de los sucesos que rodearon la muerte de Albornoz, según pudo reconstruirse con la investigación. Indicó que la mañana del 13 de febrero del año pasado, aproximadamente a las 8:10 hs. Ordoñez, alias “el negro” y Mansilla, se subieron al vehículo Corsa patente ONC 320, en la parada de “Remises Piltri” sito en calle Dorrego N° 415 de la localidad de El Bolsón. Al volante estaba Matías Ezequiel Albornoz, de 30 años de edad. Partieron con destino al Barrio Esperanza de la localidad de El Bolsón, Provincia del Rio Negro. En ese trayecto y por circunstancias que se tratan de establecer mediante la utilización de un arma de fuego calibre 22 tipo tumbera, le efectuaron un disparo a Matías Ezequiel Albornoz, que le impactó en el pecho por encima de la tetilla derecha a unos 7 centímetros, lesión esta que le produjo el deceso en pocos minutos.
Antes de huir, los autores le sustrajeron a la víctima, dos teléfonos celulares: uno negro común y uno marca Samsung Galaxy, nuevo, pantalla táctil, color blanco, una billetera de abrojo con bordes rojos, color gris con letras, de uso personal y una billetera de cuero color negro.
El vehículo y el cuerpo sin vida de Matías quedaron abandonados en un callejón conocido como Balti o Teuli, que corre paralelo a la Ruta Nacional 40, en la zona donde se ubica el paralelo 42 que divide la jurisdicción entre las Provincias de Rio Negro y Chubut y pegado al Barrio Esperanza (R.N.).
La hipótesis que buscará probar Oro, coloca a Ordonez sentado en el asiento del acompañante, mientras que a Mansilla en el asiento de atrás. En un momento dado, Mansilla habría sujetado desde atrás a Matías, quien se hallaba sentado en el asiento del conductor. Esto generó el forcejeo que terminó dejando ADN de Mansilla debajo de las uñas de la mano izquierda de Albornoz. En esas circunstancias, Ordoñez, quien tenía el arma en su poder le habría disparado en el pecho.
La defensa
Los defensores no niegan la ocurrencia del hecho ni la secuencia relatada por el fiscal, lo que niegan es la participación de los imputados. Ponce dejó en claro estos puntos en su discurso de apertura. Sostuvo que será difícil probar lo que hizo su defendido aquel día, porque simplemente estaba durmiendo en su casa. Pero añadió que ningún elemento lo coloca en la escena del hecho. Tampoco desconoció que con posterioridad tuviera en su poder uno de los celulares sustraídos a la víctima, aunque dijo que esto no lo vincula con el crimen. “Sin lugar a dudas no se va a poder producir en este juicio prueba alguna que pueda llegar a la conclusión jurídica y lógica que Juan Ordonez produjo el disparo que le produjo la muerte. No hay prueba que pueda colocar a mi asistido en el lugar del hecho en el momento en que sucedió…” sostuvo.
“No habré de discutir la muerte, la causa de la muerte, ni la vinculación posterior a la causa. Estas solas circunstancias no pueden de ningún modo o en ninguna forma servir de basamento o de prueba para condenarlo por un homicidio en ocasión de robo”, concluyó Ponce.
Víctor Hugo Massimino, negó que su defendido estuviera “ni cerca del lugar”. “Un ADN no es suficiente”, expresó. Agregó que en el debate probará lo que hizo ese día Mansilla y dónde estuvo.