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Mauro Palma: “A cuatro meses de la ley de emergencia, todavía no podemos comprar un bulón”

El jefe de la Delegación de Servicios Públicos del Noroeste del Chubut adelantó ayer que “por los vientos, esperamos cortes de energía durante la primavera. En cuanto a los recursos, estamos padeciendo una situación paupérrima porque gobierno tras gobierno seguimos batallando para conseguir los elementos indispensables para trabajar”.
Atribuyó las carencias “a la falta de decisión política y de presupuesto por parte del gobierno provincial. Hace cuatro meses que la legislatura declaró la emergencia para los servicios públicos y nosotros todavía no podemos comprar un bulón, aún cuando estamos facturando y recaudando aproximadamente entre 400 y 450 millones cada 40 días”, graficó.
Según detalló, “de esos fondos, no queda un peso en la cordillera porque el cobro es digital y está todo centralizado en Rawson”.
Puntualmente, precisó que “en primavera siempre nos avasallan los vientos y seguramente habrá cortes de energía en toda la Comarca Andina y no podemos garantizar el servicio porque ni siquiera tenemos una grúa en condiciones de salir a hacer las reparaciones”.
Remarcó enseguida que “la principal actividad económica de esta región es el turismo, seguida de la producción y el comercio. Todas necesitan de la energía y del agua potable para desarrollarse, pero su provisión depende exclusivamente en un cien por ciento de la impronta de los trabajadores, que con su imaginación e ideas se las ingenian para que esto siga funcionando”. Sumó “el aporte de los municipios, que siempre nos tienden un salvavidas (combustible, repuestos) ante una emergencia”.
Antepuso como ejemplo que “hace unos días, todo el casco urbano de Lago Puelo se quedó sin agua potable por la rotura de una bomba. Gracias a los compañeros de Rawson y de la comuna, tuvimos que hacer “la gran Frankenstein’ para armar otra más chica de emergencia y solucionar el problema. Mientras tanto, el expediente para comprar la bomba que se necesita duerme el sueño de los justos en algún cajón en la administración central”.
En tal sentido, Palma criticó “la burocracia de la clase política que nos avasalla. Con la ley de emergencia pensamos que los procesos administrativos se podían acelerar y que sean más acotados para poder sacar las compras, pero hasta el momento nada ha sucedido”.
No obstante, cargó contra “el Ministerio de Economía, que ha demostrado un claro desinterés en dar respuestas a las demandas de la zona. Sin embargo, intentaron manejarse rapidísimo hace unos días, cuando hubo elecciones para la obra social. Presionaron para que prestemos las instalaciones y quisieron dirigir los votos hacia un determinado candidato. Ahora estoy sufriendo las consecuencias y estoy siendo perseguido o amenazado con un sumario”, precisó.
Desde su óptica, “la solución a los problemas históricos de la delegación, si realmente tienen interés en recuperar la eficiencia en los servicios públicos, tendrá que ser un tema de agenda entre los intendentes y el propio gobernador, porque los trabajadores no podemos seguir haciendo malabares y parchando todo”.