El hallazgo se produjo pocos días después de haber encontrado el Blockchain donde, luego de atravesar un largo circuito de transferencias interbancarias, el dinero producto de ciberestafas se convertía en criptomoneda. La investigación llevada a cabo por el Equipo Fiscal de Cibercrimen de Esquel, logró bloquear los movimientos de una cuenta a la que había ingresado dinero de una víctima local.
La investigación se inició por suplantación de identidad a varios vecinos de la ciudad, modalidad con la que se logró sustraer 8 millones de pesos en poco tiempo. Se libraron más de ochenta pedidos y sus respectivas órdenes judiciales, diligenciadas a distintas entidades bancarias siguiendo la ruta del dinero. “…Nos encontramos con una organización que había planeado como elegir la víctima, cuáles eran las personas a contactar para sustraerles dinero. Tenían montado un laberinto financiero para “perder el dinero”, el que terminaba convertido en criptomoneda”, explicó el fiscal Carlos Richeri. “Hemos tenido éxito, después de mucho trabajo, para establecen con ese nodo del que salía (del circuito bancario) el dinero, luego de pasar por varias cuentas de distintos puntos del país para ser ingresado en esta red Blockchain donde mutaba en criptomoneda. En pocos días logramos recuperar medio millón de pesos de una de las víctimas y seguimos trabajando en las otras”, señaló.
El dinero deja un rastro a su paso, lo difícil es llegar antes de que lo quiten del circuito financiero. Para “huir” de las investigaciones, los delincuentes transfieren la plata por varias cuentas.
En este caso en particular es la primera vez que se logra llegar al “corazón financiero”.
“Fiscalías de todo el país se comunicaron con nosotros porque era una banda que trabajaba en distintas zonas de la Argentina”, indicó. “Tuvimos aciertos y desaciertos y nos permitió obtener herramientas para investigar próximos casos”.(Fuente: MPF Esquel)