Sobre justicia patriarcal, impunidad machista y malas prácticas. A propósito del juicio político y destitución de la jueza de El Bolsón.
-Por Consejo Local de Mujeres de El Bolsón ,Río Negro-
Mirar o analizar una situación – cualquiera sea- con perspectiva de género, o verla sin ella, cambia diametralmente la mirada sobre esa situación.
El accionar de la jueza Erika Fontela de El Bolsón, ha sido visto y analizado en distintos medios de comunicación, sin tener en cuenta la perspectiva de género que lo atraviesa. El Consejo Local de Mujeres de El Bolsón, conformado por organizaciones sociales y de mujeres e instituciones de la comunidad, pretende aportar una mirada -otra- que nos ayude a seguir pensando la justicia con perspectiva de género que queremos construir.
En El Bolsón, en el año 2018, los y las trabajadores/as del Juzgado de Familia, Civil, de Minería y Sucesiones Nº 11, denunciaron situaciones de acoso laboral por parte de la jueza, Sra. Erika Fontela, quien el día 16 de marzo de 2021 fue destituida de su cargo de jueza, por este motivo, en un juicio político llevado adelante por el Consejo de la Magistratura de Río Negro. Nos solidarizamos y acompañamos a los trabajadores y las trabajadoras que han puesto cuerpo y voz para decir lo que tantas personas usuarias del servicio de justicia no han podido -o si lo hicieron-, no han sido escuchadas.
Para nosotras, la incompetencia e inoperancia del sistema judicial patriarcal para atender a las mujeres y disidencias que denuncian situaciones de violencia de género, es inadmisible. Todos los días nos matan y no hay ninguna respuesta estatal que evite esas muertes.
Como consejo Local de Mujeres, venimos denunciando situaciones de maltrato por parte de la jueza desde hace varios años.
Desde que conformamos el Consejo Local de Mujeres, en 2016, hemos recibido por diferentes vías testimonios de mujeres que habiendo denunciado situaciones de violencia de género fueron obligadas por el Juzgado a recurrir a la instancia de MEDIACION, en el Centro Judicial de Mediación (CEJUME). También han manifestado haber sido citadas a audiencias conjuntas con los varones denunciados, haber sido presionadas para suscribir acuerdos, recibido maltrato verbal, obligadas a asistir a instituciones religiosas obviando a las instituciones específicas para abordar sus problemáticas y las de sus hijxs.
A partir de tomar conocimiento de estas denuncias, el Consejo Local de Mujeres actuó como nexo de comunicación entre mujeres que querían dar a conocer las situaciones que habían vivido, e hicimos en el año 2017,la primera presentación formal ante la Oficina de Géneros de Poder Judicial de la Provincia de Río Negro de las relatorías de mujeres que habían acudido al juzgado de familia, y denunciaron haber recibido por parte de la jueza, situaciones de maltrato, violencia institucional, revictimización y vulneración de derechos de mujeres y niñxs. Eran denuncias particulares por maltrato, o decisiones arbitrarias o que vulneraban derechos de niñxs y responsabilizaban a las madres como: revinculación de un niño con su padre, acusado de abuso sexual a su hermana; o determinar que un niño de 4 años viviera medio mes en una provincia y medio mes en otra y que fuera 15 días a distintos jardines, por citar algunas.
En contextos de denuncia ante una autoridad del Poder Judicial, las mujeres temen plantear desacuerdos sobre los tratos que los y las magistrados y magistradas tienen hacia ellas, en virtud de que se encuentran en una situación de doble sometimiento: por un lado el ejercido por los varones que las maltratan; por otro lado el ejercido por quien tiene el poder de decidir sobre sus vidas y las de sus hijxs, a través de la negación de sus historias y sus subjetividades particulares y de la negación de sus derechos. De este modo la violencia institucional se suma a la que padecen por parte de los varones que se creen sus dueños y aparece como respuesta, frente a la decisión de denunciarlos. Paradójicamente, ante el pedido de intervención judicial, se les devuelve más violencia y vulneración de derechos.
Al menos dos mujeres se animaron a denunciar a la jueza que debía resolver sobre sus vidas. Una de ellas la recusó, cuestionando su intervención en el conflicto, y se hizo lugar, entonces su situación pasó a un juzgado de Bariloche. En estas situaciones, es muy difícil y se requiere de mucha valentía para denunciar a quien está resolviendo sobre tu vida o la de tus hijxs, además de que genera un gasto de dinero y energía extra que no muchas mujeres tienen en las situaciones de vulnerabilidad en las que se encuentran.
Como Consejo de Mujeres denunciamos el accionar violento por parte de la jueza, por un lado, porque la violencia ejercida hacia las mujeres siempre es motivo de denuncia, independientemente de quien la ejerza. Y por otro, porque en este caso es tanto o más grave aún, por tratarse de una persona que representa a un estamento del estado cuyo rol principal es impartir justicia; para eso, asume esa responsabilidad de estar a cargo de un juzgado. No consideramos pertinente que justifique su mala praxis en la falta de personal o falta de mobiliario; así como tampoco la exculpa del maltrato que ejerce, el hecho de que la jueza -en alguna causa- haya tomado una postura en contra del poder. No existe excusa para el ejercicio de violencia institucional perpetrado por la Sra. Fontela.
Se trata de una jueza que ejerce su actividad en el pueblo, en el único Juzgado de Familia que existe en El Bolsón, al que las mujeres acuden cotidianamente a buscar justicia y que por su carácter de jueza, la Sra. Fontela, tiene la responsabilidad indelegable de resolver o gestionar el problema, porque está en sus manos facilitar y garantizar el acceso a la justicia, así como también tiene la posibilidad de contribuir al empoderamiento de las mujeres que se encuentran en situación de violencia de género, y esto claramente no sucedía en ese juzgado.
El sistema judicial está podrido, extraviado, enajenado de la realidad a causa de la corrupción imperante y de la discrecionalidad y arbitrariedad que poseen juezas y jueces para tomar sus decisiones. Esta arbitrariedad, – que casi nadie se atreve a decir- es lo que denunciamos, y si fuera un varón el que ejerciera violencia hacia las mujeres que acuden a denunciar igualmente lo denunciaríamos, independientemente de a favor o en contra de quien falle, porque lo que nos moviliza es la urgencia para que el sistema judicial construya nuevas prácticas que terminen con la impunidad machista que nos mata. Para nosotras nuestras vidas y las decisiones que las juezas y jueces toman sobre ellas, y sobre nuestrxs hijxs es lo que nos moviliza a pedir un juicio político o una remoción del cargo.
No vamos a cambiar todo el sistema, pero sí podemos denunciar a las personas que ejercen malas prácticas dentro del sistema como es el caso de esta jueza , porque la falta de perspectiva de género – entre otras carencias- en una magistrada es una mala práctica inaceptable para los tiempos que corren y las vidas diariamente que nos cuesta dicho accionar.
Por una justicia en la que las mujeres sean escuchadas, se facilite el acceso y se gestione el conflicto de forma inmediata.
Por intervenciones judiciales respetuosas de las diversidades y con perspectiva de género.
Para terminar con la impunidad machista.
Consejo Local de Mujeres de El Bolsón
Río Negro