Paula Méndez es la segunda jefe del cuartel de bomberos voluntarios de Lago Puelo, y ante la inmensidad del evento ígneo vivido se lamentó no haber podido ayudar más de lo que hicieron “ Desde lo humano fue una impotencia terrible”, aseveró con visible angustia.
En tal sentido añadió “nos superó en todo sentido, eran muchísimas las viviendas afectadas la gente que necesitaba ayuda. Salimos con todo el personal y equipos que tenemos”; el cuerpo activo de Lago Puelo está integrado por 37 voluntarios.
Post emergencia se continúa trabajando en la recepción y entrega de donaciones para los damnificados.
Y se comienza a evaluar los daños que generó el enfrentamiento del fuego al equipamiento e indumentaria del cuartel. Dos camiones quedaron fuera de servicio, uno se rompió en plena intervención en la emergencia ígnea, y el otro cuando todo estaba ya más calmo, pero también durante el combate de los puntos calientes activos que quedaron en toda la zona afectada por el fuego.
Hoy los bomberos de Lago Puelo necesitan un camión similar a los de las brigadas de combate forestal, ya que los que tienen son viejos y tienen un desgaste considerable.
También necesitan reponer equipamientos varios e indumentaria que tras el incendio se dañó mucho más aún de lo que estaba.
En tal sentido Méndez señaló “Quedó en evidencia la falta de recursos y la necesidad que hay en la zona de mayor inversión por parte del Estado para que los bomberos tengan con que cumplir la tarea voluntaria que desempeñan”
Más prevención
Desde su visión y ante los hechos ocurridos, crónica de una catástrofe anunciada, la segunda jefe del cuartel de bomberos de Lago Puelo, sostuvo “Nos falta trabajar en la prevención, una vez que la emergencia se desata y con las condiciones climáticas como las que había, no hubo mucho para hacer, lo importante es evitarlo, trabajar en la prevención, en caminos de acceso y escapes, porque al no existir esto se hace muy difícil evacuar a la gente en estos incendios de interface “.
A lo que añadió “Como comunidad tenemos que cuidar y evitar generar incendios, y desde el Estado trabajar sobre la planificación territorial, es necesario tener las vías de escape de los sectores urbanizados más pensados”.