Claro, al transcurrir el tiempo y al ver que no tenía nada depositado, al incauto se le dio por mirar su saldo: “Le faltaban $75.000 de un crédito que había sacado en esos días”, detalló ayer el subcomisario Alejandro Álvarez, al frente de la investigación tras la denuncia del hombre estafado.
En coincidencia, a una mujer de 61 años le llamó la atención el llamado de una voz masculina, que se identificó como funcionario del Anses y le pidió una serie de trámites para poder acceder al pago de la reparación histórica de sus aportes (por un total de $68.000). Sin mayores sospechas, siguió las directivas y caminó hasta la sucursal del banco Nación, desde donde –vía celular-, aportó los datos de su cuenta. Resultado final: le sustrajeron $20.000 de sus magros ingresos como jubilada.
El jefe policial consultado advirtió a la comunidad porque “cada tanto, este tipo de ardid se repite en la zona. También han llamado haciéndose pasar por funcionarios de una empresa de tarjetas de crédito, reclamando una supuesta deuda. La procedencia de las llamadas no es de la localidad, agregó.
“Si bien son hechos similares tienen un solo eje central, estafar a los vecinos. Si tienen dudas del llamado, corten y adviertan de la situación a la comisaría”, recomendó finalmente.
Luego de las denuncias, los últimos casos están bajo jurisdicción de la fiscalía regional, que avanza en la investigación.