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El hostigamiento escolar, una realidad que es posible prevenir
El hostigamiento escolar, una realidad que es posible prevenir
- El Ministerio de Educación propicia que las escuelas incorporen la temática en sus proyectos educativos, para prevenir situaciones que atentan contra el buen clima institucional
- El acoso u hostigamiento escolar (denominado también bullying) es una de las formas de violencia más usuales que se observa en las escuelas, que se manifiesta a través del maltrato psicológico, verbal o físico.
- El hostigamiento escolar implica un acto que se realiza de manera intencional y sostenida en el tiempo , para dañar a otro. Con ese maltrato permanente, el agresor busca hacerse “fuerte” ante los ojos de los demás.
- La intervención temprana, desde las instituciones educativas, es fundamental para prevenir este tipo de situaciones. El tema debe ser debatido y abordado en las escuelas por todos los actores de la comunidad educativa. En tal sentido, son numerosos los establecimientos que, advirtiendo la importancia que presenta, incorporaron el tema a su proyecto educativo institucional (PEI).
- La familia, en el hogar, y los docentes, en la escuela, deben estar atentos al comportamiento del niño/joven pues hay indicadores comunes que se observan en las víctimas del hostigamiento, que dan claras señales de que algo sucede y, por lo tanto, es necesario intervenir.
- Entre esas señales está el repentino y frecuente ausentismo a la escuela, descenso en el rendimiento escolar, aislamiento social, nerviosismo durante la participación en clase, apatía, abatimiento, tristeza o signos de golpes, por citar algunos ejemplos.
- Asistencia del SEPEP
- La Dirección General de Servicio de Psicología Educacional y Psicopedagogía, del Ministerio de Educación de la provincia, cuenta con un amplio plantel de profesionales que está a disposición de los establecimientos educativos para atender esto tipo de situaciones y brindar asistencia a alumnos, familias y docentes.
- Los equipos directivos de las escuelas, al mismo tiempo, pueden llevar adelante distintas acciones para prevenir que situaciones de hostigamiento tengan lugar y así fomentar el buen clima institucional.
- Para ello es de gran ayuda la elaboración de los códigos de convivencia, en los que deben tener activa participación los estudiantes. También, fomentar acciones de colaboración mutua y reforzar las conductas positivas. Diseñar y llevar adelante estrategias de mediación y resolución de conflictos entre pares, ayuda a conseguir un clima de tolerancia.
- Es fundamental que los directivos y los docentes reprueben cualquier conducta agresiva, ya sea física o verbal. Trabajar sobre los valores como igualdad de derechos, respeto, solidaridad y fortalecer la presencia y el cuidado de los adultos hacia los estudiantes.
- Las escuelas, además, pueden diseñar un sistema anónimo para que, en caso de necesitarlo, los alumnos reporten situaciones de acoso; además, los equipos directivos deben bregar por consolidar la relación familia-escuela para abordar juntos esta problemática.
- El hostigamiento escolar es un abuso de poder que exterioriza un sujeto, el agresor, que se considera más fuerte, por fortaleza real o percibida subjetivamente, hacia otro, la víctima, que es ridiculizado, menospreciado, extorsionado y hasta golpeado, por citar algunas de las numerosas y posibles modalidades de acoso.
- Un niño o adolescente víctima de acoso escolar queda expuesto, física y emocionalmente, ante el agresor y por la reiteración de esas situaciones, siente miedo. Para evadirlo, deja de ir a la escuela, además de sentirse triste, mantenerse callado y mostrarse evasivo ante las preguntas que puedan hacerle los adultos.
- El Ministerio de Educación, a través de los especialistas del SEPEP, trabaja con dispositivos propios para trabajar la temática y tiene en marcha para los docentes la producción de material orientativo, que se sumará al que ya existe y puede ser consultado en las bibliotecas pedagógicas.
2013-05-02