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Año nuevo mapuche:“Los políticos podrán sacar leyes para habilitar la megaminería, pero Dios es nuestro abogado”

Al celebrar esta madrugada el wiñoy tripantu, el lonco Aldino Jaramillo recordó que pertenece a la cuarta generación de una familia mapuche de la región que practica la ancestral ceremonia, de extenso linaje hasta el cacique Miguel Ñancuche Nahuelquir de Cushamen.
El líder de la comunidad Ancalao, establecida en las afueras del pueblo de Ñorquinco, a unos 30 km de El Maitén, valoró que “la vuelta del sol es muy importante para nosotros, en el kultrún tenemos determinadas las cuatro estaciones del año, las cuatro etapas de la vida, nuestro meli witran mapu” (mapudungun: tierra de los cuatro lugares).
Aseguró que “nacemos de la tierra y aquí nos vamos a quedar. En cada solsticio de invierno ofrecemos nuestro respeto a la ñuque mapu y también algo de lo que tenemos, lo que elaboramos con nuestras propias manos y lo que criamos con sacrificio, para compartir con futa chao (el gran padre) y con la gente que nos viene a acompañar”.
Antes de que amanezca, y bajo una helada capa de nieve, los asistentes rodearon un rehue (altar) improvisado con banderas en la punta de un par de cañas. El rito arrancó con dos vueltas a la izquierda, siempre mirando hacia el este, donde sumaron un caballo y comenzaron las oraciones a cargo de Aldino Jaramillo. Cada tanto, los presentes acompañaron la alocución en lengua nativa con gritos, esperando la salida del sol.
Acerca de la presencia de sus dos pequeños hijos en el lugar, el lonco destacó que “traemos el legado de muchos años de nuestro kuifikeche (ancestros), ojalá que futachao los ilumine para que sean los herederos de nuestra cultura por muchas generaciones más, que les devuelva ese conocimiento y de la posibilidad de seguir aprendiendo”.
En respuesta a nuevos intentos de desarrollar la megaminería en la meseta patagónica, con leyes nacionales que amparan el saqueo por parte de empresas extranjeras, el referente mapuche aseguró que “somos gente de la tierra y no le venimos a quitar el lugar o el territorio a nadie: nacimos acá y acá vamos a morir y van a quedar nuestros huesos”.
“En estas cuestiones –agregó-, ponemos todo en manos de futa chao, porque es el único que hace y deshace. Los políticos podrán sacar leyes y reformar decretos, pero es Dios quien se va a encargar de ellos y hará justicia, es nuestro abogado y nuestro defensor”.
Bandera mapuche
Otro hecho de importancia para la comunidad mapuche se vivió en Ñorquinco el pasado 20 de junio, cuando seis niños presentaron la bandera originaria en el acto oficial, donde otros estudiantes de cuarto grado hacen la tradicional promesa a la enseña argentina.
Al respecto, la coordinadora de Educación Intercultural Bilingüe de la Zona Andina del Ministerio de Educación de Río Negro, Carina Curihual, explicó hoy que “son chicos que se sienten identificados con su cultura y quieren presentarla como un símbolo de su identidad”.
Aclaró que “nosotros no juramos la bandera, sino que la presentan y explican los colores, definen su significado y también lo que representa para su comunidad. Es un trabajo que hacemos hacia el interior de las familias, donde los hijos se comprometen con el cuidado del medio ambiente y comprenden -con más conocimiento-, cuáles son sus linajes y saben de dónde vinieron, hasta sus padres, abuelos y bisabuelos, junto al territorio que los ha acompañado”.
Acerca del proyecto de ley presentado por la legisladora del PRO, Martina Lacour, para que no se exhiba la bandera mapuche en los edificios públicos rionegrinos, Curihual contrapuso que “es un retroceso absoluto a todas las comprensiones y entendimiento y va en contra de la Constitución Nacional, la ley soberana por sobre todas las cosas”.
Desde su óptica, la propuesta “está basada en un ángulo muy particular, egoísta, sesgado y que desconoce por completo los derechos indígenas y la preexistencia de los pueblos indígenas en Argentina”.
Sumó que “esto aviva pequeñas miradas egoístas o muy sesgadas: no vamos a negar que hay xenofobia y hay discriminación, donde mucha gente todavía no se ha enterado que es un delito”.
A su criterio, “todavía la educación se tiene que seguir formando, ir avanzando más en las perspectivas de la interculturalidad”, al tiempo que recordó que “hay relatos en esta región de familias muy castigadas, donde se les ha cortado la lengua por hablar su idioma, no vamos a desconocer esa realidad”.